Norberto Keppe, psicoanalista,
Extracto del libro La Medicina del Alma
¿Existe relación entre los disturbios psíquicos y el asma bronquial?
En nuestros trabajos con los enfermos del Hospital de las Clínicas de Sao Paulo hemos confirmado no solo las teorías de autores nacionales y extranjeros, en medicina psicosomática, sino también formulado hipótesis que han mostrado validez para el tratamiento.
En nuestra opinión todo individuo enfermo de asma bronquial posee una personalidad extremamente infantil, la cual lo lleva a una exagerada dependencia, sea a los familiares o a los que le son más próximos.
M.L.A., con 35 años de edad, sufría de asma bronquial hace 30 años. Remitida a tratamiento psicoanalítico, presentó los siguientes signos neuróticos: era soltera, repudiaba el sexo y vivía con una hermana, 4 años mayor.
Trabajaba en una dependencia pública y con rareza salía de casa a pasear, a no ser en compañía de la hermana. Además no hacia nada sin pedirle consejo, lo que equivale a decir que sustituía la madre por ella, siendo incapaz de asumir responsabilidades.
Ella asistió a sesiones semanales de psicoterapia de grupo durante cuatro meses seguidos. Tuvo conflictos graves con su hermana y se mudo a un apartamento en la ciudad de Santos, transfiriendo su trabajo allá. A medida que adquiría autonomía, sus síntomas fueron pasando, dejando de visitar el hospital.
No esta fuera de contexto mostrar como la enfermedad servía de pretexto para provocar el afecto de la hermana, repitiéndose la situación infantil de sus 5 años de edad, cuando falleció su madre. De esta manera la paciente pretendía permanecer eternamente en esa fase, rechazando tomar una actitud adulta.
El enfermo que padece asma bronquial tiene un evidente sentido de autodestrucción. No son pocos aquellos, que en una situación difícil, dejan de padecer los síntomas típicos.
Por los conceptos de la medicina psicosomática, la enfermedad hace parte de una personalidad masoquista, porque vienen a sanar en gran cantidad sus sentimientos neuróticos de culpa. Por este motivo en ocasiones de crisis política, de guerra o revoluciones, el pueblo enferma menos.
El soldado al frente de la batalla, en condiciones higiénicas adversas, presenta generalmente menor número de enfermedades especialmente las de carácter emocional.
La enfermedad tiene una finalidad. Ella siempre surge cuando los mecanismos psicológicos de defensa fallan completamente. Sin embargo si existe la esperanza de obtener sus fines por los caminos normales el individuo permanecerá libre de ella, pero cuando ellos fallen, tomará los medios drásticos.
R.L. sufre de asma hace 6 años. Remitida a psicoterapia, reveló que sus síntomas surgían, después de notar un cierto desinterés de su esposo por sus problemas. Él viajó a los EUA con el fin de mejorar sus ingresos, permaneció allá 8 meses, regresó y ahora pretende nuevamente volver a ese país. Después de 15 días presento un tumor en el hombro. Durante un periodo de 10 días, mientras esperaba la cirugía, declaro que jamás tuvo la menor dificultad en las vías respiratorias. En la ultima sesión de psicoterapia de grupo dijo textualmente: ¿“Será que ni con ese tumor mi marido desiste de ir a los Estados Unidos?”
Es claro que es muy fácil ver la etiología psíquica en los otros, pero basta ser un poco objetivo, notemos que cualquiera de nosotros usa innumerables molestia para adquirir ciertos fines.
Otro factor característico del asmático es su incapacidad de amar. Si es mujer y casada raramente llega al orgasmo en sus relaciones sexuales. Si es hombre, tiene dificultad para casarse o tiene una impotencia parcial o total. Son notablemente castrados, esto es, incapaces de tomar decisiones serias.
Sin embargo el enfermo de asma bronquial ofrece las mismas dificultades a la psicoterapia que los otros individuos que somatizan sus problemas psíquicos.