Por Cláudia Bernhardt de Souza
Pacheco,
Tomado del libro “Historia
Secreta de Brasil – V Imperio y el Milenio
Universal”,
página 52.
Jean Delumeau (historiador
francés y profesor en el College
de Francia en París, autor de Mil
Años de felicidad –una historia
del paraíso), afirmó que “Portugal
fue atravesado del siglo XV al
17 inclusive por profundas corrientes
milenaristas; sin el conocimiento
de ellas la historia de
este país sería incomprensible”.
El milenarismo a que se refirió es
la creencia basada en profecías
del Antiguo y Nuevo testamento
(Apocalipsis de San Juan) de que
habrá en la tierra antes del fin
del mundo una edad de oro, un
periodo simbólico de “mil años
de felicidad” (que puede significar
muchos milenios).
Esa creencia existente desde
los orígenes del judaísmo y del
cristianismo está también presente
en otros pueblos y culturas,
conforme lo mostró Richard
Heinberg , en su libro Memorias
y Visiones del Paraíso; según él,
el recuerdo de un paraíso, de
una edad de oro feliz y común
a tribus del África, Australia y
de las Américas, tradiciones
del Japón y de Mesopotamia, de
Grecia y Roma; también la idea
de una caída (en que la naturaleza
humana se apartó de la
divina debido a alguna trágica
aberración en la actitud de los
seres humanos) es común a civilizaciones
culturas tribales en
diferentes eras –y muchos alimentaron sueños milenaristas,
de un mundo de oro por venir.
Como se nota, Delumeau vio la
necesidad fundamental de incluir
en el estudio de la historia
los movimientos y motivaciones
espirituales para entender los
acontecimientos. Y él consideró
el llamado milenarismo como lo
más importante y constante a lo
largo de la historia.
En la misma entrevista declaró:
“la investigación reciente mostró
que es necesario dar una
significación escatológica a los
proyectos y a las expediciones
ultramarinas de Don Manuel,
el Venturoso”. (Escatología es la
teoría Teológica sobre las cosas
que han de suceder en el final
de los tiempos.) “El (Don Manuel)
soñaba con una especie
de reino universal y mesiánico,
el Quinto imperio de Daniel, en
que vendría Portugal a traer
para la religión de Cristo a todas
las naciones no cristianas. “
En este libro yo muestro que
todos los reyes templarios de
Portugal, de Alfonso Henríquez
a Don Manuel, tenían ese ideal
de vivir el Quinto imperio, o Imperio
del Espíritu Santo en el
mundo –algo como un retorno
al cristianismo original de los
primeros tiempos, muy diferente
de la religión oficial institucionalizada.
Fue ese ideal es que culminó
en el proyecto Áureo del rey
D.Dinis y la reina Santa Isabel,
dando origen a las expediciones
marítimas, a la fiesta del Divino
Espíritu Santo, a los grandes
descubrimientos, y sobre todo
al descubrimiento del Brasil,
donde la Orden de Cristo, sucedánea
de la Orden del Templo,
esperaba construir ese reino divino,
tan deseado por la humanidad
desde su inicio.
Cláudia Bernhardt de Souza Pacheco, vice
presidente de la SITA - Sociedad Internacional
de Trilogía Analítica, psicoanalista y escritora.